miércoles, 29 de agosto de 2012

Capítulo2: Solo estaríamos negando lo evidente.

La verdad es que no me había quedado muy a gusto con lo que le había dicho, a lo mejor había sido demasiado fuerte, quizás perdí los nervios pero todo lo que había dicho era verdad. Al no estar conforme, voy a su camerino.
-¿Puedo pasar?
-Sí.
-Oye, Dani, creo que antes no era el mejor momento para hablar, lo siento, ¿vale?
-No lo sientas ¿qué hay que sentir? solo has dicho lo que piensas.
-Ya, pero de una forma un poco ¿borde?
-Nah, tranquila, es normal estar así cuando se está mal y más si pasa lo que te pasa a ti.-Miro al suelo al pensar en Miki, él nota que no estoy demasiado cómoda y me da un abrazo.-Esta noche vamos a quedar para cenar en mi casa, ¿te vienes?
-¿Quienes van?
-Pues Raúl, Cris, Moni, David, Juanger... los de siempre.
-Y ¿a qué hora sería eso?
-Podéis ir cuando queráis, yo voy a estar en casa todo el día.
-Si no quemas la cocina yo voy.-sonrío.
-¿Yo? ¡Pero si yo cocino perfectamente!-ríe él también.
-Sí, sí... Pues entonces iré pronto, en casa no hago nada y por lo menos tengo algo de compañía.
-Así me gusta.-me hace una caricia en la espalda y me voy.
Pasa la mañana tan normal como siempre. Intento que no se me note mucho mi estado de ánimos aunque muchas veces no lo consigo. El programa también muy bien, Dani sabe que no estoy demasiado bien e intenta hacerme bobadas para que yo me ría. Vuelvo a casa. Busco la ropa que me voy a poner y después de media hora sin parar de sacar ropa del armario encuentro unos pantalones pitillos negros y una camiseta con tonos oscuros también, me pongo los zapatos, cojo el bolso y una chaqueta y como había prometido, voy a casa de Dani. Es demasiado pronto y no ha llegado nadie más.
-Buenas tardes.-me dice antes de darme dos besos.-Pasa.
-¿Ya estás al lío de la cocina?
-Sí, aquí estoy y de momento no he hecho nada malo, tranquila.
-Es cuestión de tiempo.-digo entre risas.
-Anda, ven y ayúdame.-Vamos los dos a la cocina y empezamos a hablar.
-¿Y tú que tal con Cris?
-Nosotros como siempre, ya sabes, con nuestras peleillas y esas cosas pero bueno.
-Me alegro.
-Vamos al salón si quieres.-Vamos y nos sentamos. Él en el sofá y yo en el sillón.-¿De qué quieres hablar?
-No sé, propón tú un tema o algo, que siempre empiezo a hablar yo y acabamos mal.
-Pues... hablemos de palomitas.
-¿¡Palomitas!?-río
-Mismamente. ¿Cómo te gustan con mantequilla o normales?
-¿En serio?-sigo riendo a carcajadas. Con...¿mantequilla?
-Yo prefiero las normales.-dice como si estuviéramos hablando del tema más normal del mundo.
-¿Lo ves normal?
-¿El qué, las palomitas?
-¡Dani!
-Si te das cuenta te estás riendo y yo también, creo que hemos topado con un buen tema. Ahora te toca a ti.
-¿A mí? Creo que no se me ocurrirá un tema tan bueno como el tuyo...-digo con un tono un poco irónico.-¿Sillas?
-Sillas, está bien. ¿Con brazos o sin brazos?
-Sin, supongo. ¿Y tú?
-Con, los brazos de una silla son importantes.-ríe.
Seguimos hablando de estas tonterías. No creía que me hicieran tanta falta pero al parecer sí... Ponemos la mesa y preparamos todo. Van llegando los chicos, al final somos bastantes más de lo que pensaba. Cenamos haciendo bromas, que es lo que mejor sabemos hacer.
-¿Este fin de semana qué vas a hacer?-me dice Raúl.
-Este fin de semana tengo que ir a Mollet a hacer unas cosas importantes para mí..
-¿Algo malo?
-Sí.
-¿Quieres contarme?
-No, pero no por ti sino porque, jobar, estamos aquí todos juntos, no es plan de ponernos tristes ¿no?
-Tienes razón, suerte de todas formas.-me sonríe.-Oye, te están llamando al móvil.
-Un momento.-Es un número oculto, me alejo unos metros de todos y descuelgo el móvil..-¿Sí?
-Anna, soy Miki. Tengo que hablar contigo.
-Dime.
-Mañana voy a ir a Madrid para hablar contigo de nuestra relación. Ni tú ni yo estamos a gusto, estoy hay que hablarlo acabe como acabe. No merece la pena retrasarlo, solo estaríamos negando lo evidente.
-¿A qué hora y dónde te espero mañana?
-Creo que llegaré por la mañana, con que estés como a las 12 en la puerta de plató me vale.
-Ahí estaré, hasta mañana.
-Un beso.
-Un beso.
No estaba preparada para esta llamada y, como siempre, necesito pensar sola.
-Dani, ¿puedes venir un momento? tengo que comentarte algo.
-Dime.
-Me ha llamado Miki.
-¿Y? ¿Qué te ha dicho?
-Me ha dicho que mañana viene a Madrid por la mañana para aclarar las cosas.
-¿Y no es lo que querías?
-Sí pero no tan de repente.
-Tú sabrás qué decir, de todas formas si quieres mañana por la mañana desayunamos juntos y hablamos un rato.
-Yo mañana te llamo. Me voy a ir a casa ya, ¿vale?
-Quédate un rato más, mañana será mañana, disfruta de hoy.
-No, Dani. Además estoy un poco cansada. Me despido de estos y me voy.-Vuelvo al comedor donde están todos.-Chicos, yo me voy ya. No os acostéis muy tarde que mañana hay que trabajar ¿eh?-digo aportando el toque humorístico.
-Se le ha hecho tarde a la abuela.-ríen todos.
-Pues lo dicho que hasta mañana.


CONTINUARÁ...


miércoles, 22 de agosto de 2012

Capítulo1: Mal de mal.

Lunes, el horrible día, el día que nadie quiere que llegue, está claro, el trabajo ¿no? pues el lunes es uno de mis día preferidos. Si mi fin de semana ha sido bueno ¡genial! y si no mejor. Eso de volver a ver a tus compañeros de trabajo para muchas personas es una carga, pues para mí no. Ellos son especiales, tienen ese "algo" que los hace especiales, ese "algo" que hace que yo les quiera como a nada en el mundo. Pues bien, como ya he dicho es lunes y esta vez, comienza la semana más que "¡genial!" no he pasado un buen fin de semana y, aunque esto no lo anula, pues lo difumina. Llego allí y les veo a todos. Estamos en el comedor. Dani me hace un gesto con la mano para que vaya a desayunar con ellos. En la mesa estamos Moni, David, Meri, Valdi, Dani y Cris. Me siento con ellos.
-¿Qué quieres tomar?-me pregunta Dani.
-Café con leche, por favor.-le respondo con un tono de voz muy cansado.
-¿Qué te pasa?-me pregunta poniéndose de pie.
-Nada, nada.-contesto con el mismo tono.
-¿Qué te pasa...?-vuelve a preguntarme.
-No he dormido bien, no me pasa nada, en serio.-contesto fingiendo una pequeña sonrisa. Él se va a cogerme el café mientras yo hablo con los demás.-¿Y qué tal vuestro fin de semana?
-Muy bien. Dani y yo nos fuimos a León y bastante bien, como siempre.-contesta Cris con una sonrisa. En ese momento llega Dani.-¿Y tú que tal?-se dirige a mí.
-Bueno... sí, bien, bien.-finjo una sonrisa de nuevo.
-En Mollet, ¿no?-ríe Meri.
-Sí.-respondo yo seria.-Todos se miran extrañados pero yo no digo nada y como nadie me pregunto me callo.
Desayunamos cada uno hablando de sus cosas. Nos vamos cada uno a nuestro camerino. Nada más llegar llaman a mi puerta.
-¿Quién es?-digo yo.
-Soy Dani, ¿puedo pasar?
-Sí, claro.-Nos sentamos y empezamos a hablar.-¿Qué quieres?
-Estás rarita, ¿qué te pasa?
-He tenido un mal fin de semana.-miro al suelo.
-¿Y por qué no nos lo has dicho?
-No tenía muchas ganas de hablar y ahora tampoco.
-Pero, a ver, ¿mal fin de semana? ¿en qué sentido?
-En el sentido de que lo mío con Miki va de mal en peor.-se me cae una pequeña lagrimita que Dani me limpia con el pulgar de su mano derecha.
-¿Mal de mal o una mala racha?
-Mal de mal.
-Que no, ya verás como no.
-Es que no sé qué hacer. Quedamos y como que estamos distantes, no es como antes.
-Ninguna relación es siempre igual. Hay altibajos que luego se solucionan y ya vuelves a la línea inicial. De todas formas ¿cuánto tiempo lleváis así?
-Meses, por eso tengo miedo.
-Pero, Anna, que lleváis saliendo años. ¿Meses van a poder con años?
-Creo que sí.
-¿Tú le sigues queriendo?-Nos miramos fijamente, dudo mucho la respuesta.
-No lo sé.
-¿Cómo que no lo sabes? ¡Eso se sabe!
-Creo que no.-Se hace el silencio en mi camerino. Ninguno de los dos esperábamos esa respuesta.
-Será mejor que te deje sola, luego nos vemos ¿vale?-se dirige a la puerta.
-Por favor, no le digas nada de esto a nadie.
-Claro, tranquila.
-Oye, Dani.
-Dime.-se acerca de nuevo.
-Que es que tengo que hablar contigo de otro tema ¿puedes ahora?
-Sí, claro.
-Es una cosa que no tiene nada que ver con esto pero que también me está afectando mucho.
-Cuéntame.
-Es que... ¿Yo te he hecho algo?
-¿Tú? ¡No! ¿Por qué me ibas a haber hecho algo?
-Desde que acabó Tonterías te noto distante, no quedamos, ¡ni siquiera hablamos! Si te digo la verdad me ha sorprendido que me preguntaras y también me he sorprendido a mí misma contándotelo, eres el único que lo sabe.
-Pero, eso no es así.
-¿No lo es?
-No...-responde dudoso.
-Pues yo lo siento así. Dime cuántas veces hemos quedado desde el último día de Tonterías aunque sea con el resto del equipo.
-Pocas, pero-en ese momento le interrumpo.
-¿Pocas? Ninguna, Daniel, ninguna.
-Vale, tienes razón, lo siento.
-Dani, no te enfades, por favor.
-No me he enfadado, solo he pensado y es verdad. A lo mejor me estoy distanciando de vosotros.
-Dani, yo esto te lo he dicho porque necesitaba saber si era culpa mía, lo que hagas o dejes de hacer es cosa tuya., pero, por favor, piénsalo porque, al menos yo, te echo de menos.-se va.

CONTINUARÁ...