viernes, 15 de febrero de 2013

Capítulo 20: Todos los días de mi vida.

Ya es domingo, finaliza esta dura, pesada y aburrida y a la vez excitante semana. El avión acaba de aterrizar, habrá que ir llamando al taxi para ir a casa. Como es natural aún tengo que colocar el armario, preparar las cosas para mañana... Pero antes de llamar espero a salir fuera y a ver como está el panorama... Respiro aire fresco, el viento revuelve mi pelo y mis piernas empiezan a coger el calor del Sol ya de verano. Comienzo a andar aunque a los pocos segundo me detengo al respirar un aroma familiar. Un escalofrío recorre mi cuerpo antes de conseguir girarme.
-Ya pensaba que no me reconocerías.-sonrío tímidamente al verle ahí pero no me acerco. Le observo bien de arriba a abajo y me fijo en la posición de sus brazos, abiertos esperando a que llegue para al fin cerrarlos al rededor de mi cintura.-¿No te acercas? ¿me has cogido tanto asco?
-Cómo te voy a coger asco a ti...-me acerco a él y me aferro a su cuerpo mientras él me da besos consecutivos por la cabeza y la frente.-¿Cómo es que has venido?
-Aunque no lo creas te echaba de menos.-nos separamos y nos miramos.-Te llevo a casa o lo de ir "lento" creo que no va a ocurrir...-no le contesto, tan solo asiento diciendo sin palabras que sí. Me abre la puerta como de costumbre y mete la maleta en el maletero. Se sienta y se pone el cinturón.-¿Estás tan enfadada como para no decirme nada?
Suspiro y le miro:-No.
-¿Entonces?
-Tú tampoco tienes gran conversación.-echo la cabeza hacia atrás apoyándola en el apoya cabezas.-Lo siento, va.-le acaricio la mano derecha.-¿Qué quieres que te cuente?
Hablamos de la semana hasta llegar a casa, más bien de mí semana pero bueno, menos es nada... Me ayuda a subir las maletas a casa. Una vez vestida con la ropa de andar por casa nos sentamos en el sofá.
-Nos debemos unas cuantas explicaciones, ¿no crees?
-Supongo...
-¿Me dirás qué es "todo"?
-Dani, es que son cosas de crías. Me siento tonta de tan solo pensarlo.-me sonrojo.
-Pero si lo piensas será por algo, ¿no? Además yo también soy un niño. Un niño alto y con barba pero al fin y al cabo un niño, ¿no crees?
Sonrío porque creo que eso es lo que quería que hiciera y hablo: -¿Por qué la mirabas así? ¿por qué le hacías esas "bromillas"?
-¿A Cris?-se pone tan serio como yo.-Porque me lo dijo Flo.
-¿A ella también?
-Vale, será mejor que te lo diga ya y nos dejemos de gilipolleces.-de nuevo los nervios se apoderan de mis piernas, mis labios... Mis manos se enfrían y mi estómago se revuelve.-El martes tras acabar el programa Cris me citó en su camerino.-intento no perder los nervios y escuchar.-Creía que sería para comentarme algo del programa o para preguntar por ti o algo de eso pero no.
-¿Y qué ha pasado?-mi voz temblorosa se hace cargo de mis palabras.
-Me besó.-agacho la cabeza y le miro a los ojos.
-¿Qué pasó luego?
-Me fui de allí.
-¿Por qué?
-¿Cómo que "por qué"?
-¿Sin ni siquiera pedir una explicación?
-Sí, me fui a casa y pensé.
-¿En qué?
-En por qué, como tú dices.
-¿Y...?
-Y al día siguiente hablé con ella. Le llamé a primera hora de la mañana para quedar con ella en el parque de en frente de mi casa. A la hora estaba allí. Me dijo que aún me quería.
-¿Y tú que le contestaste?
-Que yo a ella ya no.
-¿Y estás seguro de esa respuesta? ¿Sin dudas?
-No te voy a negar que no las tuve, porque estaría mintiendo. Pero es mi ex, me besó y veo inevitable no pensarlo. Y te llamé el jueves con intención de decirte todo esto y decirte además lo mucho que te quería pero no pude.
Me sonrojo esta vez gracias a una sensación extraña: -Entonces ya estás seguro.
-Sí, sin ninguna duda. Todos los días de mi vida, junto a ti.
No esperaba que después de toda la historia dijera eso. La verdad estaba un poco desconcertada. Pero después de escucharle y después de ver la seguridad con lo que lo decía...
Me cerco lentamente a él. Me pierdo lentamente en su mirada, en sus preciosos ojos verdes. Cuando nuestras narices se rozan él sonríe, él y su sonrisa, la que prácticamente siempre consigue que haga que sonría. Nuestras lenguas se entrelazan mientras consigue levantarme la camiseta y comienza a rozarme lentamente la espalda con sus dedos. Repito sus pasos con su camiseta y estiro las manos colocadas en su torso. Los besos no cesan, los suspiros ni siquiera lo intentan. Los tirantes de mi sujetador caen y él remata la acción. Le beso en el cuello, uno tras otro sin dejar mis manos quietas. Cada roce provocado conscientemente con su cuerpo me produce escalofríos, escalofríos que me encantan.

CONTINUARÁ...

4 comentarios:

  1. Aiiiis me encantan los celitos y las reconciliaciomes!!! que monos son...pero como tenga dudas otra vez le voy a dar!!! jijiji.

    Mil gracias, ya sabes...en cuanto puedas NEXT

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  2. que cuuqi me ha gustado un monton next cuando puedas ;)

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  3. Ooooh dios Inés UAECUAECNUAECNIAEUNAEE *-* que perección hija...
    Siguienteeeeeeee!!

    Tu osito de gominola. :)

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  4. Wuuuuuualaaaaa que capitulo *-* me ha encantado! :) pfff cada día te superas mas, enserio, me encantaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!! Siguiente señorita Inés <3

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